El conjuro

Basada en una historia real documentada por los reputados demonólogos Ed y Lorraine Warren. Narra los encuentros sobrenaturales que vivió la familia Perron en su casa de Rhode Island a principios de los 70. El matrimonio Warren, investigadores de renombre en el mundo de los fenómenos paranormales, acudieron a la llamada de esta familia aterrorizada por la presencia en su granja de un ser maligno. The Conjuring El conjuro Critica: Otro factor que delata a James Wan es la fotografía; desde el tratamiento de la imagen hasta los objetos que aparecen en ella revelan su identidad sin posibilidades de confusión. La apariencia de sus personajes, la forma de actuar, de mirar, de tocar es bastante similar a lo largo de su filmografía. Podríamos establecer una constelación de elementos recurrentes que acabarían por enredar todas sus películas. Es un director que disfruta haciendo guiños a sus fans y cuida mucho esa parte. Respecto al argumento de "Expediente Warren", poco se puede contar que no se sepa con un simple vistazo al tráiler: una pareja de investigadores de lo paranormal, tal vez un Íker Jiménez y una Carmen Porter dentro de unos años, se topa con el caso más complicado de su vida. Una familia que se ha mudado a una casa maldita está experimentando la angustia de ser el objeto de una bruja despechada que se suicidó con el fin de guardar sus tierras para siempre. Era una mujer capitalista y se lo tomaba muy a pecho. El conjuro Con lo de moda que se ha puesto que las películas de miedo se centren en cazadores de espectros con sus aparatos aparatosos y sus mediciones científicas, esperaba que "Expediente Warren" patinara bastante, pero lo cierto es que la tensión se ha distribuido de una forma "agradable" y ha sabido dosificarse. Los sustos están bien repartidos y, por suerte, hay alguno más de los que se presentan en el tráiler, aunque arruinan el de las palmas, que es el que más me gusta. La elección ha sido sabia al preparar dos tramas: la de la familia Perron y la de los propios Warren. Los elementos que usa James Wan para que botemos en la butaca son simples y efectivos. Usa un juego infantil que desde el primer momento produce respeto: uno sabe que el juego de las palmas (consiste en que alguien se vende los ojos y localice a los demás jugadores pidiendo que golpeen sus manos) va a desencadenar un susto en algún momento. La caja de música antigua con el payaso y la espiral también resulta prometedora. Si te dicen que Rory se deja ver al finalizar la música, ahí ya estás centrando toda tu atención en prevenir su aparición. La dulce muñeca Annabelle, transformada para la película al gusto extravagante de James Wan poque la original habría causado otra impresión, y su historia se suman al carro. Los muebles antiguos también desempeñan un papel importante, sobre todo el armario. Son cosas que, por sí solas, no producen turbación, pero en manos de Wan se convierten en semillas del terror. El conjuro

orto de Stephen King, el rey de las novelas de terror y suspense, que sigue dejando su huella y estilo en todo lo que hace. Hace años que la industria cinematográfica se ha dado cuenta de lo productivo que resulta hacer películas basadas en relatos de Stephen King y sigue intentando sacar el máximo partido de la obra del escritor, ofreciendo diversas películas de cuestionable calidad pero que tienen el sello inconfundible del escritor, ofreciendo relatos interesantes que captan la atención del espectador con facilidad, prueba de ello es Piedad, un producto de claro corte televisivo, de baja calidad técnica e interpretativa que logra captar la atención del espectador ofreciendo momentos de tensión y terror bien construidos. La premisa del argumento peca de sencilla y previsible, pero los responsables de la película saben sacarle el máximo partido al relato, logrando crear una historia de terror clásica y previsible, pero que a la postre funciona. Cuenta con un esquema tradicional y poco o nada en ella sorprende, pero lo cierto es que Piedad está por encima de muchos productos recientes de terror, puesto que en muchos momentos logra inquietar e incomodar al espectador, logrando que pase miedo en determinados momentos, algo que no ocurre con muchos productos recientes que más bien producen risa.La maldición de la abuela Es evidente que no se trata de una gran producción, la calidad interpretativa y técnica del conjunto de la película resulta pobre y mediocre, pero tiene la esencia del mal en lo que cuenta y, en ocasiones, a partir de pequeños elementos, se consiguen grandes resultados en lo que a terror se refiere. La trama se sigue con facilidad y va adentrando al espectador en un mundo de pactos con el lado oscuro, peligrosos e inquietantes, recordando que siempre hay que leer la letra pequeña en determinados contratos con el mal. Desde la sencillez y a partir e unos elementos simples y previsibles, los responsables de la película logran captar la esencia del mal y crear un ambiente inquietante y maligno que mantiene al espectador en tensión ante el desarrollo de los acontecimientos. Las interpretaciones del reparto son bastante flojas y, en algunos momentos, la trama se resiente en cuanto a continuidad y coherencia, pero lo cierto es que logra cumplir su objetivo: hacer pasar un mal rato al espectador. No es una maravilla, ni pretende serlo, pero cumple con creces su objetivo: generar momentos de terror muy logrados, teniendo en cuenta el presupuesto con el que cuenta. En resumidas cuentas, es una película de terror que hará las delicias de los seguidores de Stephen King.Mercy La maldición de la abuela


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